Txetxo Yoldi ha tenido la amabilidad de
contestar mi anterior post “Sobre la ideología de los jueces. Y sobre lo poco
importante que esto debería ser”. Ha optado por remitirme un correo para
originar una entrada en mi propio blog, de manera que el debate pudiese
seguirse sin dificultades en un mismo lugar. Nada tengo que decir en este
momento sobre el contenido de su respuesta, para no desvirtuar la integridad de
su texto, ni la hospitalidad de este blog. Colgaré una pequeña réplica en un
par de días. Me limito entonces a transcribir su correo, que sin lugar a dudas
dignifica mi blog y este debate:
Estimada Luisa María:
Lo primero de todo, quiero agradecerle muy sinceramente el
esfuerzo que ha realizado. Sé lo que cuesta hacer un post de esas
características tan trabajado. De modo
que aunque estoy liadísimo –jamás pensé que estando parado tendría mucha más
actividad y compromisos que cuando trabajaba en El País- he decidido
contestarle en mis horas de insomnio (son las 4.40 horas y mañana me odiaré por
no estar por lo menos tumbado y descansando los ojos). Nobleza obliga.
Quisiera decirle que me divierte que usted considere que mis
convicciones sobre la ideología de los jueces son “consolidadas” y que quizá su
fundamentado post, si realmente tengo buena fe y un sentido leal del debate,
pueda sacarme del tremendo error en el que estoy (la ironía es mía, pero sin
mala intención); y, sin embargo, que su texto no contemple siquiera la
posibilidad de que lo que yo pueda argumentar pueda influir en su percepción no
ya de una asentada convicción, sino en lo que parece ser una certeza de “su
verdad”.
Reconozco que me sorprendió su afirmación en twitter sobre mi
“error”, porque que la iglesia, los militares y los jueces en España son
sociológicamente de derechas, conservadores o como le guste llamarlo, aunque
evidentemente también haya curas, militares y jueces de izquierdas es un paradigma
del calibre del de la tierra es redonda, después de Galileo. No obstante,
estaba y estoy dispuesto a creer que la tierra es plana si alguien me lo
demuestra.
Para que no diga que estoy en contra de todo lo que
argumenta, convendré con usted que “la pretendida ideología dominante de los
jueces puede considerarse una mera conjetura, hipótesis o suposición” y, como
usted dice, “salvo que existiera algún dato objetivo” que proporcione luz al
respecto.
El problema es que los datos demoscópicos supuestamente
objetivos en los que usted basa sus afirmaciones no son fiables y no es
precisamente por Toharia, del que soy amigo desde hace muchos años, sino porque
los datos que le proporcionan no lo son.
Lamentablemente, en España, son muy pocos los que contestan
las encuestas con seriedad y rigor. Y los jueces están entre esos españoles.
¿De verdad usted cree, doña Luisa María, que los jueces ultraderechistas
reconocen que lo son en una encuesta del Consejo? Es algo así como cuando hace
años ibas a entrar en Estados Unidos y te preguntaban si ibas a matar al
presidente. Evidentemente, la mayoría no lo iban a hacer, pero el que tenía esa
intención, ¿cree usted que iba a contestar la verdad?
Eso, aparte de que la autoevaluación tiende a mostrar en el
mejor de los casos nuestro mejor perfil, y en el peor, una abierta mentira. Un
día que tenga un rato, pásese por la feria del libro y compare las fotos que
hay en las casetas y que anuncian que un escritor está firmando con las caras
de los autores en cuestión. Es un ejercicio barato y muy revelador.
Para no meterme con los jueces, que al fin y al cabo son
reflejo de la sociedad como usted dice, voy a ponerle un ejemplo: Esperanza Aguirre, ex presidenta de la
Comunidad de Madrid y presidenta regional del PP, lleva asegurando toda la vida
que ella es una liberal. ¿Cree usted que dice la verdad?. Pues fíjese, estoy
seguro de que ella se lo cree, aunque nadie en su sano juicio la consideraría
como tal.
De modo que es muy probable que muchos jueces hayan decidido
no contestar las encuestas de Toharia en ese punto, porque afecta a su
intimidad, que otros hayan tratado de
mejorar su imagen conforme a lo explicado de las fotos de la feria del libro, y
que otros hayan decidido contestar de coña porque les parece una frivolidad la
pregunta cuando hay otros puntos mucho más importantes en su labor como la
falta de medios.
Estos días he tenido que ver a muchos jueces por distintos
motivos y no les he preguntado por su ideología –de la mayoría, de izquierdas y
de derechas, ya la conocía- sino por las encuestas de Toharia. Varios no las
recordaban, pero lo llamativo es que una buena docena casi todos de derechas,
me dijeron que no era serio preguntarlo y que habían contestado de broma. Por
cierto, ninguno de ellos tenía la percepción de que los jueces fueran de centro
izquierda.
De modo que los datos objetivos por excelencia no funcionan.
Las afiliaciones a las asociaciones judiciales pueden
reflejar mejor la cuestión ideológica, aunque no siempre, en un sentido y en
otro. Como la APM y JpD solían copar las vocalías del Consejo y el reparto de cromos entre ellas
propicia el más fácil acceso al Supremo y otros cargos, algunos jueces han
podido tener la tentación de sumarse a esas asociaciones con esa finalidad, sin
que su ideología sea la predominante en esa asociación.
Sin embargo, durante años, he cubierto los congresos de
diferentes asociaciones y les he visto funcionar. Ya me perdonará la
impertinencia, pero salvo unos pocos de Jueces para la Democracia, nunca vi
jueces rojos en esos eventos, donde en general lo que se escenificaba eran
luchas por el poder.
Claro que los no asociados constituyen la mitad de la
carrera. Resulta que, según los que si están afiliados, cuando han intentado
convencerles para que lo hagan, la respuesta ha sido que ellos son poder
judicial y que las asociaciones son movimientos sindicales impropios de su
dignidad. Ya entiendo que esa respuesta no sirve para todos, ni probablemente
para la mayoría, pero me parece suficientemente significativa, como para obviarla.
Además, hay personas del Consejo que llevan en el mismo desde
su creación, con Federico Carlos Sainz de Robles de presidente, y que han
tenido mucho trato con la Escuela Judicial. No voy a dar sus nombres
públicamente, porque no les he consultado, pero estoy dispuesto a ponerlos a su
disposición en privado. En su opinión, los alumnos se han radicalizado hacia la
derecha.
Mire doña Luisa María, hay otro indicio objetivo que puede
llevar a la conclusión de que los jueces son de derechas, lo mismo que los
notarios o los registradores: Hay que hacer una oposición y superarla. Cuando
en España estábamos saliendo del franquismo, solo podían estudiar los que
tuvieran dinero, que no eran los obreros de izquierdas, sino los ricos de
derechas, porque aparte de los cinco años de carrera, había que emplear por lo
menos dos en hacer las oposiciones y no muchas familias tenían los recursos
suficientes para que los hijos pudieran estar tanto tiempo sin aportar dinero a
sus casas.
Cuando el estado del bienestar ensanchó la clase media, hubo
mucha más gente que pudo acceder a las oposiciones, aunque los hijos de
magistrados tenían de nuevo más posibilidades de superar las pruebas.
Ahora, volvemos a la crisis, y entre que no se convocan las
plazas necesarias y que el rescate bancario se ha cargado la clase media,
volvemos al principio.
Respecto a su afirmación de que los jueces defienden el
sistema, no tengo dudas, lo mismo que los policías, o los inspectores de
Hacienda. ¿O cree que lo que está pasando con la Infanta, con su imputación y
desimputación en diferido y con el fiscal del Estado diciendo tonterías, es
porque Cristina de Borbón es más alta, más guapa y más rubia que el resto de
los ciudadanos?
Además, estoy convencido de que en la jurisdicción social hay
más jueces progresistas que en el resto de las jurisdicciones, lo que tampoco
quiere decir que sea mejor, porque creo que hay que diferenciar entre ideología
y calidad jurídica, que no tienen porqué ir de la mano.
Por si le interesa, también creo que la mayoría de los
jueces, sean de izquierdas o de derechas, que me da igual, tratan de hacer su
trabajo lo mejor posible, lo mismo que la mayoría de los españoles. Luego, de
acuerdo con la campana de Gauss, ya que le gusta la estadística, creo que entre
los jueces los hay muy buenos, buenos, normales, malos y muy malos,
independientemente de su ideología. Además, los habrá corruptos, que se dejen
comprar, y personas ejemplares. Lo mismo que entre los periodistas, los
policías, los abogados, los médicos y todos los colectivos grandes.
No espero haberla
convencido, pero me ha gustado ver que defiende con pasión sus creencias. No me
hubiera importado que le hubiera tocado a usted mi demanda por despido, incluso
aunque hubiera fallado en mi contra. Estoy seguro de que lo habría trabajado y
razonado lo mejor posible.
Saludos muy cordiales y quedo a su disposición.
Muchas gracias, Luisa. Ha sido un placer debatir contigo. Así da gusto.
ResponderEliminarTxetxo Yoldi
No quisiera estropearle su réplica, por lo que guardaré mis comentarios para cuando la tenga, y si se deja algo en el tintero comentaré. Pero estese atenta Luisa, que la respuesta del Sr. Yoldi está plagada de falacias: envenamiento del pozo, premisas indemostrables, generalizaciones infundadas, apelación a la autoridad, premisa contradictoria, ... Si uno de los mejores periodistas de tribunales desconoce tantas cosas sobre el oficio y tiene tantos prejuicios, cuán grandes serán los de los legos. Qué necesidad hay de comunicación en el Poder Judicial!
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